Un mal día para Christian, después que desechó la buena oportunidad de trabajo en Brandenburgo, por darse la oportunidad de hablar con Oli y arreglar las cosas; ahora, como no logró hacerlo, tiene que soportar ver a su esposo con Rafael… el encanto español. Para aumentar su enojo, Oliver se comprometió a auspiciar a Rafael con dinero y no encuentra mejor idea que pasarle su tarjeta de crédito. Todo esto, en las narices de Christian.
Enojado Christian, prefiere ir a trabajar, aunque sea su día libre. De mal humor, Hagen es víctima de su estado de ánimo.
Rafael se va de compras y en el centro de la ciudad se encuentra con Christian, pero Rafael no lo ve y Christian decide seguirlo. El “encanto español” habla de dinero con un hombre mayor, de un servicio no barato y se ponen de acuerdo para mañana.
Ya en Königsbrunn, Andi y Christian conversan acerca de Rafael… y del mal gusto que tiene Oli para sus hombres... (jajaja… bueno, exceptuando lo presente) y Christian se siente agotado con el tema, quisiera sacarlo de su cabeza, pero no puede.
Ya en casa, Rafael le muestra a Oli el resultado de sus compras… y salió caro. Pero Oli confía en la buena voluntad de Rafael.
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