Christian, aunque no quiere, no puede evitar seguirle los pasos a Rafael. Mira en cada acto de éste, algún motivo para desacreditarlo. Christian no es simpático con él y aprovecha cada oportunidad que tiene para interrogarlo. Ya lo había visto el día anterior conversando con un hombre e intercambiando datos. Rafael se da cuenta de esto y conversa con Oli, éste le dice que no se haga problema, que él no tiene por qué rendirle cuentas a Christian. Sin embargo, Rafael no se queda tranquilo con la respuesta y le propone a Oliver hacer una cena para amigos, donde es vital la presencia de Christian. Él desea tener una instancia donde lo puedan conocer mejor y acepten.
Christian anda de mal humor ¿Quién no lo estaría, si estás obligado a ver a tu “ex”, del cual todavía estás enamorado, andar frente a ti feliz con una nueva relación? Podemos ser muy civilizados, pero hay cosas que no se pueden ocultar.
Llegan Oli y Rafael a invitar a Christian. En el rostro de Oli podemos notar que se da cuenta que algo está mal en todo esto, pero de todas maneras no hace nada por evitarlo. Christian por su parte, acepta la invitación. Ambos hacen cosas que están en completo desacuerdo con lo que sienten. Así las cosas, la cena promete ser muy grata.
Otra vez, Rafael le pide dinero a Oliver frente a los ojos de Christian y éste se lo da sin problemas. Christian se indigna.
Nuevamente Christian descubre a Rafael relacionándose con el mismo hombre de la otra vez y eso lo intriga muchísimo. No piensa nada positivo de estas reuniones.
Llegado el momento de la cena, Christian se encuentra en el No Limits tomando un café. Hace ingreso Rafael quien se dirige a la caja del dinero y la manipula sin autorización alguna. Christian se hace el desentendido, pero Rafael no es tonto y se dio perfectamente cuenta de esto y mira a Christian directamente; con un gesto le pide guardar silencio. Éste no puede creer lo sucedido.
Ya en el departamento la mesa está servida y todos los comensales disfrutan las preparaciones de Rafael. El que más disfruta la comida es Andi, sin embargo, la situación para Christian es incómoda y por qué no decirlo, para Oliver también.
Llegado el momento Christian decide poner un punto final a esta actuación. Parte increpando a Rafael por su calidad de mantenido y a Oliver por lo fácil que resulta aprovecharse de él. No olvida todas las veces que le aconsejó cuidarse de Rob, quien terminó siendo un traficante de drogas. Entonces, no dudó en contarle a Oli la escena de la caja de dinero, que Rafael manipuló sin autorización.
Oliver baja de inmediato al No Limits, para comprobar la culpabilidad de Rafael si falta dinero, ya que éste admitió haber manipulado la caja.
Como resultado, Rafael comenzó a trabajar como cuidador de perros y depositó en la caja su primer sueldo, devolviéndole a Oli el dinero facilitado.
Al otro día, Oliver llega a Königsbrunn en busca de Christian. Le recrimina todo lo sucedido la noche anterior, piensa que no se merece una actuación como esa. Pero Christian le dice cómo se sentiría él si hiciera lo mismo con alguna nueva aventura.
Oliver se siente agotado, quiere salir de esta dinámica y piensa que lo mejor es vender la propiedad, ya que es lo único que los une.